Historia de Islas de la Bahia

 


ISLAS DE LA BAHÍA 
Y SU HISTORIA
DEPARTAMENTO DE HONDURAS

Islas de la bahía es uno de los 18 departamentos de Honduras y esta está formado por tres islas mayores que son Útila, Roatán y Guanaja, más las tres pequeñas islas de Barba reta, Morat y Santa Elena, y más de 60 cayos, situados a tan sólo 10 y 40 millas de la parte continental de Honduras en el Mar Caribe.

Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje al continente americano el 30 de julio de 1502 llego a la isla de Guanaja, a la que llamó Isla de los Pinos, por la abundancia de esta planta en la isla. Estas islas se encontraban densamente pobladas por el grupo étnico llamado Pechs, cuando fueron descubiertas por Colón, los Pech fueron capturados, esclavizados y vendidos a otras islas de las Antillas.

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Desde su descubrimiento por lo que ahora es España, estas islas fueron dominadas en diferentes períodos cortos por españoles, ingleses y holandeses.


HISTORIA DE PIRATAS


A mediados del siglo XVI, el robo en aguas de alta mar había demostrado que, incluso más allá del interés político de desestabilizar las capacidades de la Corona española en las nuevas regiones, este tipo de prácticas reportaban grandes beneficios ante el alto número de productos de los que se podía disponer asaltando las rutas navales y los primeros asentamientos españoles. De esta forma las islas del Caribe eran altamente estratégicas como puntos de descanso, aprovisionamiento y primeras riquezas.

Por esta razón las Islas de la Bahía, especialmente Roatán, posee una rica historia de piratería, iniciando en 1600 con algunos filibusteros holandeses, ingleses y franceses que realizaban ataques a buques españoles en su ruta a Europa, cargados con oro y otras mercaderías.

Desde el siglo XVII los ingleses trataron de tomar las islas de la bahía como colonia. A pesar de que estas estaban bajo dominio del Imperio Español incorporadas a la capitanía General de Guatemala, había poca presencia militar española en islas como Útila o Roatán lo que hizo el escenario perfecto para que corsarios y piratas británicos hicieran en ellas sus guaridas.

Esto marcó el inicio de un extraordinario interés por los ingleses en las Islas de la Bahía, interés que se mantendría por más de de dos siglos,(200 años).

William Claibourne, el segundo hijo de Thomas Claiborne y Sara James, emigró a Virginia en 1621, aunque solo tenía 21 años, Claiborne había sido nombrado Inspector General de la colonia británica de Virginia, un puesto que le concedió 200 acres de tierra como pago parcial por sus servicios. En marzo de 1623 Claiborne fue nombrado al Consejo de Gobierno de Virginia y recibió concesiones de tierras adicionales. Pronto se convirtió en un respetado comerciante-plantador.
 

Claiborne debió haber complacido a la gente adecuada, ya que, luego fue nombrado como el primer secretario de Estado de Virginia.

En mayo de 1638, la Providence lsland Company, entregó una concesión a William Claiborne, que para entonces era plantador en Virginia y Maryland, para el establecimiento de una colonia en una isla por él y sus asociados. Esta isla no era otra que la isla de Ruatan o Rattan (Roatán), la más grande y principal de las Islas de la Bahía, frente a la costa de Honduras.

En 1639, el temible pirata holandés Van Horne ataco en varias ocasiones los asentamientos españoles e indígenas de las Islas de La Bahía. Pero éste ignoró el pequeño asentamiento del inglés Claibourne que estaba ubicado en Port Royal.

El primer asentamiento de la isla por los ingleses no duró mucho, porque fueron expulsados por los españoles en 1642, pero la conexión directa de Inglaterra con las Islas de la Bahía subsistió hasta el siglo XIX, por encontrarse en la ruta de los envíos españoles desde Nueva España (México) hacia España, los asentamientos de españoles e indios fueron regularmente presa de piratas y bucaneros.

En 1650 los españoles liderados por Francisco Villalva Toledo, ansiosos de limpiar el camino de piratas y transportar sin problemas las riquezas del nuevo mundo a España armaron una expedición compuesta por 4 barcos de guerra y atacaron Port Royal, Roatán.

Los ingleses se defendieron fuertemente obligando a los españoles a retirarse. Una vez en tierra firme éstos buscaron refuerzos y regresaron a la lucha. Después de un violento combate lograron expulsar a los ingleses de la isla.

Los primeros registros que indican asentamientos ingleses permanentes en las Islas de la Bahía muestran que Port Royal, en la isla de Roatán, fue nuevamente ocupada en el año 1742. En este año, los británicos intentaron apoderarse de la mayor parte de la costa caribeña de Centroamérica. y al hacerlo, reconstruyeron el antiguo fuerte de la isla de Roatán.


LA GUERRA DE LOS SIETE AÑOS Y LA OCUPACIÓN DE LAS ISLAS


Entre los años 1756 y 1763, se desató un conflicto bélico en Europa y en las colonias, conocida como la guerra de Los siete años. Este conflicto enfrentó a Gran Bretaña y Prusia contra Francia, España, Austria y Rusia.

Sin embargo, España e Inglaterra ya tenían su guerra personal, en América, desde el siglo XVI, especialmente en la zona del Caribe donde Inglaterra había logrado establecer asentamientos en el corazón de la región.

Por eso no es de extrañar que, en 1742, el asentamiento de Port Royal en Roatán, que había sido «recuperado» por los españoles en 1650, estuviera ocupado por madereros y pobladores ingleses provenientes de lo que en su momento fue Honduras Británica y que ahora es Belice. Dicho asentamiento en Roatán aparece bien establecido, junto a otros más pequeños, para el año 1775.

Con la firma del tratado de París en 1763 la guerra de Los siete años llega a su fin, y, como parte del mismo, Gran Bretaña se compromete a demoler todas las fortificaciones que sus vasallos puedan haber construido en la bahía de Honduras y otros lugares del territorio de España en aquella parte del mundo.

Pero no se compromete a entregar dichos lugares, entre ellos las Islas de la Bahía.

En 1779 España le declara la guerra a Inglaterra, nuevamente, pero esta termina en 1783 con el Tratado de Versalles donde en una de sus partes dice que «La Inglaterra renunciará a todo establecimiento en Honduras.

Por supuesto que Inglaterra no cumplió dicha sección y siguió ejerciendo soberanía en las Islas de la Bahía incluso después de la independencia de Centroamérica; llegando incluso a declarar en forma oficial, el 20 de marzo de 1852 y por orden de la reina Victoria, a dichas islas como colonia inglesa bajo la jurisdicción del superintendente de Belice.

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LA LLEGADA DE LOS GARIFUNAS 

DESDE SAN VICENTE EN 1797 A ROATÁN


Sobre el surgimiento de los garífunas, existen referencias de que en el siglo XVII unas embarcaciones de negros africanos esclavos naufragaron frente a San Vicente, en las Antillas Menores. Más tarde, estos establecieron contacto con esclavos negros fugitivos de plantaciones cercanas, quienes a su vez fueron mezclándose gradualmente con los nativos isleños llamados «caribes rojos» (o Arawakos).

Este grupo híbrido, físicamente predominó sobre los indígenas de la isla y ya para 1763 los ingleses que dominaban San Vicente les denominaban «negros caribes». Los negros caribes se convirtieron en un grupo fuerte y cohesionado, capaces de desafiar el control de los esclavistas ingleses de la isla.

La llegada de los negros caribes a Honduras se produce entonces, como consecuencia de las rebeliones de estos en contra de los ingleses a finales del siglo XVIII en la isla de San Vicente.

Estos enfrentamientos que culminaron en 1797 luego de que el rey Jorge III de Inglaterra emitiera una orden de expulsión el 7 de febrero de 1797. El lugar destinado para el exilio fue parte de la costa dentro de la bahía de Honduras. Finalmente, los negros caribes desembarcaron en Port Royal, en la isla de Roatán en abril de 1797.

Actualmente, la mayor concentración de garífunas se ubica en los departamentos de Islas de la Bahía, Cortés, Atlántida, Colón y Gracias a Dios. La cultura garífuna se expresa en una gran diversidad de elementos como: su lengua, gastronomía, danzas, ritos, cantos, formas de organización, actividades económico-productivas, entre otros elementos.

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RETORNO DE LAS ISLAS A HONDURAS

La proclamación de estas islas como colonia británica atrajo la atención inmediata en los Estados Unidos, donde fue considerada universalmente como una violación directa de la convención del 5 de julio de 1850, donde se firmo el Tratado Clayton-Bulwer.

El documento con nombre Tratado Clayton-Bulwer fue un documento del tipo tratado que se firmo el 19 de abril de 1850 entre los Estados Unidos y el Reino Unido, ambos paises llegaron a un acuerdo para neutralizar sus influencias e impedir que dichos países pudieran controlar, colonizar o manipular al pueblo de alguno de los paises de Centroamérica.

La firma de un documento del tipo tratado significaba para Reino Unido, neutralizar la ventaja que habia adquirido los Estados Unidos de Norteamerica, con el Tratado Mallarino-Bidlack.

El Tratado Mallarino-Bidlack fue un documento del tipo tratado que se firmó el 12 de diciembre de 1846, entre la República de Nueva Granada (actual Colombia y Panamá) y los Estados Unidos,  representados por Manuel María Mallarino y Benjamin Bidlack respectivamente. La negociación y firma de este documento sería uno de los antecedentes para la separación de Panamá en 1903.

Para los Estados Unidos de NorteAmerica la firma de un tratado, significaba poner en práctica una política compartida para igualar a Reino Unido en la ruta interoceánica, ya que los norteamericanos no estaban en condiciones para poder expulsar a los británicos del areá centroamericana.

El gobierno estadounidense dirigió inmediatamente exposiciones a este efecto al del Reino Unido, y durante los años 1854-1856 se mantuvo una elaborada correspondencia entre el Sr. Buchanan, ministro estadounidense en Londres, y Lord Clarendon, sobre el tema. , pero sin ningún resultado satisfactorio.
 

En ese momento Reino Unido aumentó rapidamente sus fuerzas navales en la estación de las Indias Occidentales, y Estados Unidos al ver esa acción, quiso hacer lo mismo apresuradamente; durante un tiempo, la estabilidad y la paz entre ambos países dependió de unos pocos comandantes navales, que actuaban con discreción bajo órdenes necesariamente vagas e indefinida.

En este momento crucial, el gobierno de Honduras envió un ministro a Londres, quien consideró el tema un asunto de preocupación esencial para Honduras, y solicitó la entrega de las islas, igualmente como una medida de justicia para esa república, y con el propósito de evitar un enfrentamiento peligroso entre los EE.UU. y el Reino Unido, en la que cada uno se había comprometido más allá de la fuerza de la retirada.

El dominio ingles mantenido en las islas por casi 2 siglos llego a su fin en 1859.

En una de las convenciones celebradas en el país centroamericano de Guatemala un 30 de abril de 1859, Reino Unido, bajo una gran presión de los Estados Unidos, acordó entregar las Islas de la Bahía y El Protectorado de la mosquita de Honduras y Nicaragua, esto con la condición de que se le permitiera total libertad de acción en el territorio conocido en ese momento como Honduras Británica (Belice).

El Tratado Wyke-Cruz fue realizado entre El Reino Británico y el gobierno de Honduras el 28 de noviembre de 1859. Fue ratificado por el gobierno inglés el 03 de febrero de 1860 y por parte de Honduras el 15 de febrero de 1860. Mediante este tratado Inglaterra sede a Honduras el dominio territorial de las Islas de la Bahía y La Mosquitia.

Se llamó Wyke-Cruz por el nombre de las personas designadas para este tratado: por parte de la reina Victoria del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda nombró a Charles Lennox Wyke, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Su Majestad en una misión especial a las repúblicas de Centro América. Por parte del presidente de Honduras Santos Guardiola, se designó a Don Francisco Cruz, jefe político del departamento de Comayagua, quienes acordaron lo siguiente:

Que considerando la posición peculiar geográfica de Honduras y en orden de asegurar la neutralidad de las islas adyacentes, con referencia al ferrocarril y a otra línea de comunicación, que pueda construirse a través del territorio de Honduras en la tierra firme, Su Majestad Británica (S.M.B) conviene reconocer las Islas de Roatán, Guanaja, Elena, Útila, Barbareta y Morat. Conocidas como las Islas de la Bahía, y situadas en la Bahía de Honduras, como una parte de la República de Honduras.

 

La República de Honduras se compromete a no ceder dichas islas o cualquiera de ellas, o el derecho de soberanía sobre las mismas a ninguna otra Nación o Estado. Decreto del 22 de abril de 1861, mediante el cual se declara a las Islas de la Bahía como dominio y soberanía de la República de Honduras.

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Parte de la información de este articulo ha sido sacada de las siguientes fuentes:

https://es.wikidat.com/info/tratado-clayton-bulwer
https://www.quia.com/jg/2670801list.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_Mallarino-Bidlack
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_Clayton-Bulwer
https://es.wikipedia.org/wiki/Colonia_de_las_Islas_de_la_Bah%C3%ADa

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